La nueva gala de expulsión empezó yendo al grano, las interminables peleas de casi todos con Andrea, el principal foco de conflictos en una casa que luego de dos meses de convivencia se altera casi por cualquier cosa. Y María Eugenia, aunque viene mostrando un carácter tranquilo, decidió explicitar su voluntad de enfrentarla “Si quiere venir que venga, pero mejor que tenga resto”.
Pero había que recordar que el principal foco de interés estaba centrado en la posible expulsión de los cuatro nominados: Florencia Tesouro, Soledad Melli, Javier Medina y Sebastián Graviotto. Sin embargo la salida, tan próxima, seguía opacada por las discusiones entre los integrantes de la casa.
Y en ese sentido, las fricciones producen alianzas, con un delicado (des)equilibrio que se mantiene a duras penas entre las cuatro paredes del reality, hay alianzas –que la mayoría de las veces son transitorias-, que más allá de las simpatías y “piel” entre determinados participantes se define en una especie de división tajante de clases, con Andrea y Damián como los más sufridos y los otros, con una “afuera” mucho más acomodado.
Sin embargo las peleas estallan rápido, arrasan casi con todo y no reparan en grupos y tampoco en clases sociales. Como por ejemplo Soledad, que en un juego por cigarrillos en donde Celeste no quería participar, estalló, lloró y terminó en su cama con una fuerte crisis nerviosa.
Como viene sucediendo desde hace unas semanas, se continuó con el engaño de Gran Hermano Paraguay, esta vez con la “ingeniosa” idea de incluir a Diego Leonardi, un ex GH por partida doble, en la mentira que consistió en incluir al flamante cantante (acaba de sacar un disco de cumbia) en la casa trucha.
Y si los integrantes de la casa especularon en un posible viaje a GH Paraguay (que no está de más repetir, es un reality trucho), el programa hizo el anuncio que el próximo miércoles se nominarán a tres participantes para que uno de ellos viaje a España, en tanto que de la península ibérica vendrá un español a la casa argentina.
Después del artificio, el programa siguió con la fiesta del sábado, con el habitual desfile de ropa sugerente, música y alcohol. Pero esa noche tuvo una derivación inesperada. Sebastián se negó a vestirse de mujer para sortear una prueba. Enseguida fue al confesionario a explicar sus razones, “No me quiero poner esa ropa porque mi familia de mi vieja esta basada en papelones, mi mamá sufrió mucho por lo que hizo su hermana”, refiriéndose a su tía, Silvia Süller. Y siguió, “Estoy harto de prender la tele y pasar vergüenza por mi tía, ojalá que la gente conozca a mi prima que es una persona excelente, a pesar de que nunca tuvo una madre”. Por supuesto, mientras en la pantalla Sebastián decía esto, la producción no se perdió la oportunidad de mostrar Marilyn (la hija de Süller), presente en el estudio.
Media hora después de la medianoche se conoció el resultado de la votación del público. Los números marcaron que Florencia Tesouro era la que tenía que abandonar la casa (había ingresado como suplente hace apenas dos semanas), con el 52% de los votos negativos.
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